Consideraciones sobre la deuda pública – Blog Momentum México

Consideraciones sobre la deuda pública

De abril a junio de 2020, la deuda pública de los Estados Unidos aumentó en tres trillones de dólares. Esto es un tres seguido de doce ceros, $3,000,000,000,000, nunca antes en la historia se había visto un incremento en la deuda de tal magnitud en el mismo lapso de tiempo.

Hoy en día los economistas muestran una postura más favorable respecto a la deuda y creen que niveles mucho más altos de los antes preferidos no solo pueden ser estables, sino que pueden ser benéficos para las economías de ciertos países bajo ciertos supuestos.

Estos países y estos supuestos son aquellos países que pueden endeudarse a tasas cercanas a cero que, mientras mantengan una tasa de crecimiento mayor a la tasa de interés, podrán seguir endeudándose sin presión fiscal dado que su economía crece más rápido que su deuda.

Este balance es muy delicado y puede salirse de control si la tasa de interés supera al ritmo de crecimiento de los países y no es alcanzable para países como México cuya tasa de interés es mucho más elevada respecto a la de países como Estados Unidos o Alemania.

En este sentido, probablemente México tomó una decisión correcta al no seguir el camino del endeudamiento de sus contrapartes europeas o de Estados Unidos porque no contamos con las mismas condiciones que ellos.

Sin embargo, seguir el camino de la austeridad tampoco ha sido una decisión correcta para tiempos de crisis cuando la economía necesita un empuje, la experiencia reciente en Grecia y otros países endeudados que se decidieron por el mismo camino nos enseña que en tiempos de crisis la austeridad solo agrava el problema.

Es por eso que debemos recordar que la deuda es un instrumento, no perjudica o beneficia a un país por sí misma, depende de cada contexto y para que se destina.

En tiempos de crisis como los que vivimos actualmente se puede hacer uso medido de este instrumento para ayudar a minimizar el impacto de la pandemia, si se abusa pueden terminar pagándolo las siguientes generaciones, pero si se reniega, el daño puede ser igual de permanente.

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