Ganadores regionales – Blog Momentum México

Ganadores regionales

La guerra comercial entre Estados Unidos y China
probablemente tendrá como ganador a México, y es que las
tensiones comerciales entre ambos países no disminuyeron la
demanda de productos que se importaban de China hacia los
Estados Unidos, únicamente los volvieron más caros y, por
consiguiente, se ha vuelto más atractivo importarlos desde
México.


Similarmente ocurrirá con la situación actual, el comercio se
volverá más caro en la medida en la que los gobiernos
comiencen a intervenir más. Las tentaciones de intervenir en
el comercio están siempre presentes, muchas responden a la
economía política de sus países, lo cual lleva a los gobiernos a
tomar decisiones con fines electorales o políticos y no
meramente económicos, como es el ejemplo de los subsidios al
campo en Francia que se hacen para sostener al fuerte y
organizado gremio de trabajadores del campo y que
corresponden a una base electoral y social muy importante.


Sin embargo, recientemente hemos visto otro tipo de
intervención que responde a la situación de emergencia que
vivimos, las restricciones a las exportaciones de materiales y
equipo médico son consecuencia del miedo que existe a no
poder cubrir con la demanda local. Por el momento, las
restricciones se han limitado a estos productos, pero no
sabemos cuanto más puedan resistir las cadenas de suministro
de alimentos y de otros productos que, si comienzan a fallar o
algunos productos a escasear, traerán consigo una serie de
restricciones que siguen la misma lógica que tuvo la
restricción a las exportaciones de equipos médicos.


Por otro lado, las empresas comenzarán a repensar la
viabilidad y los beneficios de tener cadenas de producción
globales porque, como se dice popularmente, una cadena solo
es tan fuerte como su eslabón más débil y, eventualmente, se
pondrá en una balanza el retorno a las cosas tal como estaban
antes de la pandemia frente a los costos de no tener control
sobre los procesos de producción completos. Un viraje en las
posturas respecto al comercio internacional de los gobiernos
podría ser el punto de inflexión que lleve a las empresas a no
querer correr los riesgos, por lo que las empresas buscarán
minimizar la incertidumbre.


La oposición al libre comercio no es algo nuevo, pero si saldrá
reforzada de esta pandemia y es que los beneficios del
comercio son difíciles de sentir ya que se encuentran muy
dispersos, todos los habitantes de un país con libre comercio
se benefician de él, pero casi nunca lo notan. Sin embargo, las
pérdidas, que, a pesar de ser mucho menores a las ganancias,
existen, pero son más evidentes, ya que se concentran en
algunos sectores específicos.


Esta concentración de las pérdidas y dispersión de las
ganancias permite a algunos de los perdedores organizarse.
En este caso, habrá personas y sectores cuyas pérdidas no
necesariamente sean consecuencia del libre comercio, pero
podrían ser susceptibles de ser convencidos por las campañas
contra el libre comercio de que, precisamente, es el libre
comercio el enemigo a vencer.


Desde antes de la pandemia, comenzábamos a notar una
ralentización en el crecimiento del comercio y una postura
menos amigable en torno él. La guerra comercial de los
Estados Unidos con China es su ejemplo más reciente, de
igual forma, debemos recordar que una de las primeras
acciones de los Estados Unidos fue salirse del Acuerdo
Transpacífico de Cooperación Económica, en Europa vimos
el Brexit y a pesar de que se firmó un nuevo acuerdo comercial
en Norteamérica, además de modernizarse, también se
incluyeron cláusulas más restrictivas.


No son solo los acuerdos comerciales multilaterales y las
políticas comerciales se han visto diezmadas, la cooperación
multilateral se ha puesto a prueba. Los ya de por sí
insuficientes esfuerzos por combatir el calentamiento global,
tuvieron un fuerte tropiezo con la salida de Estados Unidos
del acuerdo de Paris. La cooperación internacional parece
estar pasando por sus peores momentos desde la década de los
noventa tras la caída del Muro de Berlín.


En este nuevo arreglo mundial, los acuerdos bilaterales
prevalecerán sobre los acuerdos multilaterales y la
cooperación global será sustituida por la cooperación
regional, en este sentido podrían salir nuevos competidores
que reten el estatus de las potencias actuales y serán aquellos
países que puedan adaptarse a esta nueva situación y puedan
sustituir llenar el hueco que dejan las cadenas de producción
globales.


Países como México en Norteamérica, Turquía en Europa,
Etiopía en África y Tailandia en Asia podrían ser grandes
ganadores, todos estos países habían logrado incrustarse en
las cadenas de producción globales, en esto tienen una ventaja
respecto a otros países y si pueden absorber mayor parte de los
procesos de producción, conseguirán establecerse como serios
contendientes regionales.


Los acuerdos bilaterales o regionales podrán ser benéficos
para algunos países que emergerán como nuevas potencias
regionales, sin embargo, problemas como el calentamiento
global, el terrorismo o una pandemia como la que
actualmente vivimos demandan cooperación global, será
interesante observar cómo se atacan estos problemas desde
esta nueva forma de organizar la cooperación.

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