El 29 de julio de 1958 fue creada la NASA en respuesta al lanzamiento del primer satélite artificial creado por la Unión Soviética, Sputnik I, que fue lanzado a órbita en 1957. Esto marcó el inicio de la carrera espacial que culminó, según varios historiadores, con la llegada del hombre a la luna y nos dejó como legado un sinnúmero de avances en telecomunicaciones, programación, astronomía y muchos otros campos que contribuyeron a mejorar la vida de las personas en la Tierra.

Esa carrera espacial culminó y las misiones espaciales redujeron su periodicidad y sus objetivos se dejaron de buscar la gloria, no han regresado hombres a la luna desde la década de los 70 y las misiones de exploración cada vez tienen menos reflectores. Parece que los objetivos espaciales se han concentrado en misiones de reparación a satélites e investigación.
Sin embargo, la carrera espacial ahora comienza a hacer una reaparición, esta vez no son Estados Unidos y la URSS quienes compiten, ni siquiera son países, quienes compiten en el 2020 son algunos de los hombres más ricos del mundo como Jeff Bezos, Elon Musk y Richard Branson. Los tres han fundado compañías que se presentan como empresas de turismo espacial o de transporte espacial, pero que en el fondo tienen ambiciones mucho más grandes.
El valor estratégico del espacio en un futuro solamente incrementará en un mundo interconectado y dependiente de satélites para las telecomunicaciones, y es que hoy en día la totalidad del sistema financiero global, las redes de comunicación, el internet y cientos de otros sistemas dependen ya de lo que ocurre en el espacio. Es por eso que quienes controlen estos eslabones tendrán un poder enorme sobre lo que ocurra en tierra firme y por consecuencia la remuneración económica puede ser igualmente grande.
Una nueva carrera espacial puede traer consigo consecuencias positivas para todos y no solo porque unos pocos podrán hacer turismo espacial sino por la tecnología que puede resultar de esta carrera, ya que desarrollar la infraestructura necesaria para lograr lo que se proponen estas empresas requiere de tecnologías que aún no tenemos y que podría beneficiarnos a todos.
Estos empresarios no son los únicos que están conscientes del valor que tiene y tendrá el espacio, el año pasado el Presidente Donald Trump anunció sus planes para crear una rama más del ejército dedicada exclusivamente al espacio, la “Space Force”. Claro que este año las prioridades cambiaron y es seguro que estos planes se retrasarán, pero no será una sorpresa si en menos de 10 años esta institución es creada.
Todo parece indicar que estamos al inicio de lo que será una nueva era en la exploración espacial y que a pesar de que aún estamos lejos de colonizar otros planetas o lunas, la fecha se acerca y con ella más avances para la raza humana que se beneficiará de tecnología que aún no podemos imaginar.